Superintendencia asume el reto de instalar la segunda sala del Tribunal de Fiscalización Laboral en sintonía con el eje de gestión institucional de brindar una atención de calidad.
Sunafil proyecta fortalecer la atención en lenguas nativas como el quechua y aimara.
En el contexto de las acciones correspondientes a su eje de gestión institucional basado en brindar un servicio de calidad al ciudadano, orientado tanto al trabajador como al empleador, la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (Sunafil) fortalece su capacidad operativa teniendo como reto la implementación de la segunda sala del Tribunal de Fiscalización Laboral (TFL).
La superintendente de la Sunafil, Flor Marina Cruz Rodríguez, considera que para brindar un servicio de calidad resulta necesario no solo fortalecer internamente a los funcionarios y servidores de esta institución en sus conocimientos, sino también en el trato con rostro humano y en el servicio con empatía al trabajador y empleador. Esto permite dirigir la asistencia técnica y promover el respeto al cumplimiento de la normativa, detalló.
Encuentros internos
A tono con ello, la funcionaria informó que los inspectores y el personal resolutor de la entidad supervisora se capacitan internamente mediante encuentros macrorregionales y reuniones plenarias en las cuales se analizan diversos temas y se proponen criterios normativos frente a algunos vacíos legales o cambios normativos, atendiendo a los diferentes pronunciamientos que las intendencias regionales de la institución emiten sobre determinadas materias.
De esta manera, indicó, se pretende además fortalecer la unificación de criterios dentro de la superintendencia y generar predictibilidad, lo que resulta tan importante para los empleadores y trabajadores.
En ese contexto, la superintendente de la Sunafil confirmó la suscripción de convenios con diversas instituciones como el Tribunal Constitucional (TC) a fin de tener con capacitación mejores funcionarios y servidores públicos para una atención adecuada.
Inclusión y tribunal
Además, 91 funcionarios de la Sunafil se capacitan en el lenguaje de señas para que en un futuro no tan lejano se pueda atender a las personas con discapacidad auditiva, señaló la superintendenta; uno de los objetivos es convertir a la institución en una superintendencia inclusiva.
Igualmente, adelantó que se proyecta fortalecer la atención en lenguas nativas, como el quechua y aimara, para ser inclusivos con la población que se expresa en esos idiomas.
Como parte del eje basado en brindar un servicio de calidad, Cruz Rodríguez explicó que existe también el reto de implementar la segunda sala del TFL. Toda vez que este colegiado administrativo es el que en realidad proporciona pautas mediante sus precedentes y pronunciamientos, y una sola sala no puede oportunamente atender los más de 1,000 expedientes que se encuentran en trámite.
Como la implementación de la segunda sala del TFL demanda presupuesto, la superintendenta confirmó haber gestionado la solicitud de ampliación presupuestal correspondiente al ejercicio 2023, así como la asignación presupuestaria pertinente en el 2024.
Inspectores
A la par, indicó que con el sector Trabajo se gestiona aumentar el personal inspectivo, para lo cual con el presupuesto correspondiente para el 2024 se proyecta efectuar una convocatoria para el nombramiento de 200 nuevos inspectores auxiliares que puedan fortalecer a escala nacional el sistema inspectivo de trabajo.
A ello se suma el trabajo que se lleva a cabo para la especialización de los inspectores en áreas específicas. En Lima Metropolitana se tienen grupos de inspectores especializados y divisiones de áreas, aunque en regiones casi todo el personal cumple multifunciones, explicó Cruz Rodríguez.
Así, sostuvo que existen ingenieros de seguridad que pueden atender el área de seguridad y se fortalecen los derechos fundamentales.
Por ende, los empleadores también pueden acudir a la Sunafil por asistencia técnica y para recibir la preparación correspondiente para el cumplimiento de las normas, refirió la superintendente.
Pero los empleadores, agregó, tienen que asumir la responsabilidad que significa el cumplimiento de las normas sociolaborales, el trabajo decente. Es decir, condiciones seguras y saludables para sus trabajadores, puntualizó Cruz Rodríguez.
Infracciones y multas
El monto de las multas recaudadas por infracciones desde enero a junio del 2023 es de 62 millones 616,549.34 soles, informó la Sunafil. Entre las 10 materias más infraccionadas del 2014 al 2023 figuran remuneraciones; jornada, horario de trabajo y descansos remunerados; compensación por tiempo de servicios; planillas o registros que la sustituyan y bonificación no remunerativa. Asimismo, registro de control de asistencia; gestión interna de seguridad y salud en el trabajo; seguridad social; certificado de trabajo e identificación de peligros y evaluación de riesgos, detalló la entidad supervisora. Indicó que los 10 sectores económicos con mayor número de resoluciones de multa entre el 2014 y el 2023 son servicios inmobiliarios, empresariales y alquileres; comercio al por mayor y menor; industrias manufactureras; transportes y almacenamiento; y construcción. También, administración pública; hoteles y restaurantes; enseñanza; explotación de minas y canteras y, servicios sociales y de salud. A tono con el eje de gestión basado en fortalecer la prevención, Cruz Rodríguez señaló que el objetivo es hacer prevención con fiscalización, brindando asistencia técnica, incluso con mesas de trabajo, a los sectores económicos con mayores infracciones para que puedan bajar su nivel de infracciones. Si el empleador no se alinea, no cumple, a pesar de la asistencia técnica, seguiremos con nuestra función fiscalizadora ya con la cobranza coactiva de las multas, explicó la funcionaria.
Norma
29981 Es el número de la ley que crea la superintendencia nacional de fiscalización laboral.
Fuente: Diario El Peruano
Fecha: 18/08/2023
