El director de la Oficina de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para los Países Andinos, Ítalo Cardona Monterroza, afirmó que la pandemia del COVID-19 agravó las condiciones difíciles que ya existían en el mundo del trabajo y puso de manifiesto la fragilidad de los sistemas de protección social, por lo que es necesario que la sociedad reflexione para que una crisis similar a futuro no vuelva a golpear a sectores que resultaron muy afectados por la emergencia: los jóvenes y las mujeres.
Recordó también el impacto que la cuarentena causó en el sector informal del país, ese que debía salir cada día a buscar el sustento personal y el de sus familias. Cardona subrayó que las personas que trabajan en la informalidad no se encuentran bajo la protección social, pero durante la emergencia sanitaria tenían que salir a las calles y ver cómo garantizaban su ingreso mínimo diario para subsistir ellos y sus familias.
El director de la OIT para los Países Andinos manifestó que, si bien no se sabe cuándo ni cómo, lo que sí es evidente es que el mundo y, por supuesto, el Perú pasarán por una situación similar de crisis o que será más compleja, la cual “exige que se tomen medidas para prevenir y no tener que lamentar un efecto en vidas humanas tan importante”. Cardona rememoró que la emergencia sanitaria no solo golpeó al sector informal, sino también al formal.
Por lo tanto, aseveró, es necesaria “una reflexión muy importante que debemos realizar como sociedad para determinar qué aspectos golpearon a estos dos grupos y cuáles deberían de ser las medidas que se tienen que adoptar para corregir esos efectos”.
Por otro lado, expresó su optimismo en que los países andinos puedan avanzar juntos en la construcción de una justicia social para sus pueblos, al aprovechar las buenas prácticas que existen en Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú, “así como las agendas que nos pueden acercar de manera conjunta”. “Por ejemplo, la agenda que se desarrolla en la Organización del Tratado de la Cuenca Amazónica es una de las más importantes porque incluye no solo a todos los países andinos, sino también a Brasil, con el que se comparte frontera”, mencionó. En este espacio, resaltó, aparece un diálogo importante respecto de la situación de los pueblos indígenas, que estuvieron marginados históricamente del desarrollo en estos países.
Para Cardona, el diálogo que puedan sostener entre ellos y la construcción no solo de agendas bilaterales con los países fronterizos, sino también una agenda regional es cada vez más importante. “La reactivación del acuerdo andino y, por supuesto, el diálogo de los temas laborales entre todos los países se vuelve clave, no solo por un tema importante como la migración laboral, sino también para identificar opciones de respuesta y compartir buenas prácticas que tienen en cada uno de los países, además de las realidades bastante cercanas y muy parecidas”, afirmó.
Fuente: El Peruano
Fecha: 29/02/2024
