La guía oficial para la prevención del coronavirus en el ambiente laboral recomienda que se utilice la figura del teletrabajo para evitar la propagación del virus. Sin embargo, no todas las compañías pueden enviar a casa a sus trabajadores ni continuar con sus operaciones por la falta de insumos provenientes de países afectados, por lo que las empresas buscan alternativas para continuar con sus operaciones con el menor daño posible a ellas y a sus trabajadores.Jorge Toyama, socio del estudio Vinatea & Toyama, comenta que en esta figura el empleador debe revisar que el trabajador tenga wifi en su casa, firmar un convenio escrito con el trabajador, revisar si la silla con la que cuenta en su hogar es ergonómica y calcular pagos adicionales como consecuencia del equipo que pueda utilizar, lo cual hace que su uso sea muy difícil. César Puntriano, socio del estudio Muñiz, comenta que una alternativa al teletrabajo es el home office ya que, en este último, la empresa no responde por las condiciones de trabajo. Refiere que no se debería permitir el teletrabajo si las condiciones del hogar no son las adecuadas, por lo que el empleador debería recurrir al home office. Sin embargo, Toyama afirma que el home office es una alternativa informal que busca salirse de los parámetros del teletrabajo, por lo que no debería ser utilizada.Toyama recomienda que si la empresa no puede continuar con sus labores por falta de insumos, se opte por la suspensión perfecta de labores, por la cual la empresa deja de pagar a los trabajadores por un plazo determinado por condiciones de fuerza mayor. Para poder utilizarse, se requiere que antes se mande de vacaciones a los trabajadores y se dé el adelanto de vacaciones, no siendo necesaria la aprobación de los trabajadores. La solicitud se presenta al Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE) y opera desde ese mismo día. Por otro lado, Puntriano comenta que las empresas pueden cambiar las jornadas laborales o turnos de trabajo para que distintos trabajadores no contagien a otros, lo que no requiere de convenio con el trabajador, sino de una comunicación con 8 días de anticipación. Germán Lora, socio del estudio Damma, comenta que el cambio de jornada y la suspensión de labores no son una salida factible, debido al plazo de 8 días de preaviso así como porque la medida puede ser cuestionada por los trabajadores, por lo que no sería una alternativa segura. Afirma que la única salida es el acuerdo entre las partes por lo que las empresas deben llegar a acuerdos con sus trabajadores lo antes posible. Asimismo, indicó que el MTPE debería facilitar que, de forma unilateral y temporal, se pueda ordenar a los trabajadores la prestación de servicios en sus casas.Fecha de publicación: 12/03/2020Fuente: diario Gestión
Alternativas de las empresas frente al coronavirus
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